Bueno, tiempo sin escribir… La verdad, no quería hacerlo. La verdad, no quería escribir porque no quería que me vieran fracasar otra vez. Otra vez como todo en este año, que a mí se me antoja desastroso…. El año ya va a terminar y me doy cuenta que se me ha escapado de las manos.
Me rasparon matemática dos veces, me rasparon química una vez, no tengo novio, este año no me di un puto beso con nadie (o en lo que va de año, nunca se sabe a quien puedes terminar besando), deje de ser una chica “curvilínea”, para ser después “delgada”, y luego enorme y grotesca. ¡¿Es posible acaso engordar tanto y ser patético al mismo tiempo?! Si, si es posible. Aquí estoy yo. ¡¿En que mierda pensaba cuando comencé a comer otra vez?! ¿Cómo llegué a sabotearme tanto? Ojala pudiera retroceder el tiempo y quitarme de la boca las galletas, los panes y las miles de calorías ingeridas… Pero ya pasó, y debería dejar de lamentarme por eso, pero a veces no puedo evitar odiarme por ello.
La última vez que escribí lo hice hablando de un nuevo régimen que terminó un par de semanas después. Si, otro fracaso cuando según yo “este iba a ser mi año”. Me daba pena postear para decirles que había sucumbido otra vez, que no puedo hacer lo que con tanta fuerza quiero, que había arruinado otro intento más. Sentía (y siento aún) que les había fallado… A ustedes y a mí. Llegué a leer unos pocos blogs y cuando veía como a algunas les iba tan bien, me odiaba… No podía dejar de preguntarme ¿Por qué carajo no puedo regresar a eso? ¿Qué pasó con mi fuerza de voluntad? ¿Qué hice con aquella Mina hermosa y delgada?
Comí, vomité, deje de comer, comí como desgraciada y no vomité. Ah, y estudié. En eso se resumen más o menos este último mes. Hice natación por una semana en la que me sentí en la gloria. Sólo desayunaba, y luego me zambullía a exprimir la fuerza de mi cuerpo. Pero me vino la regla y hubo una semana en la que no pude ir. Y bueno, regresaron los atracones y como no, mía con ellos.
Da miedo comer, si, pero más miedo da ver que no puedes dejar de hacerlo… Y sólo cuando estás a punto de reventar, hinchada y monstruosa, es que te arrepientes y te das cuenta que la cagaste. ¿Cómo pude llegar a quererme tan poco? ¿A odiarme tanto? Y eso se convirtió en una espiral asquerosa y llena de calorías. No dejaba de comer, literalmente. No estaba tranquila si no estaba atascándome algo. Y no estaba tranquila si después de eso no me deshacía de todo.
Desastroso.
Puedo decir que llegué a estar en el punto más bajo de lo que puedo aceptar. En vez de controlar la comida, ella me controla a mí. Total y complemente. Ahora si puedo decir con toda propiedad que soy patética. Y no lo digo auto compadeciéndome, no. Lo digo como lo haría cualquiera al ver mi situación. “Amiga, estás en la shit”, como dice mi hermana.
Lo peor de todo, es que no me pasan cosas del otro mundo. No se me muere ningún familiar, no me estoy muriendo raquítica, no me despidieron del trabajo, no me atropellaron al perro, tengo casa, comida en la nevera, una familia completa, tengo un cuerpo anatómicamente funcional y completo (y enorme). Y me ahogo en 1 cc de agua; porque DEBERÍA ESTAR BIEN… Pero yo no lo siento así. Esto no es lo que llaman dramatismo?? Si es así, entonces estoy peor de lo que creí. Estoy ciega, porque con todo lo que tengo debería ser feliz, pero no siento que lo soy… ¿Y entonces?
A veces me asusto porque no concibo que se pueda guardar tanto odio y resentimiento, tanto pesimismo y tanta apatía, tanta ingratitud… Pero es así, yo soy una prueba de ello. Uff, chicas, hace tiempo que no me daba un ataque existencial como este… Ojala me pase rápido. He tenido mis etapas de “odio todo, incluyéndome”… pero no se porque esta me parece la más cruda de todas. Debe ser porque la he pasado sola, la he tendido que dejar aplastarme sola. No recuerdo haberme percibido peor, tan fea, tan gorda, tan grotesca como en estos días. Nunca estuve con tantas ganas de no levantarme como en estos días (digo estuve porque se me está pasando). A veces deseo quererme un poco más… Quizás así podría hacer las cosas mejor. Es totalmente cierto lo que dicen: “Si estás mal contigo, estás mal con lo demás”. Nunca le encontré tanto sentido a eso como ahora.
Bueno, no las quiero seguir hastiando con un post tan pesimista y fastidioso, pero necesitaba desahogarme, sentirme escuchada.
Y esta es la parte donde me toca decir que hace diez días exactamente que estoy mejor. Me dije: “No seas idiota, se puede estar mal… Pero este es tu límite. Haznos un favor y sacúdete la nube negra que tienes en la cabeza, gracias”. Y es cierto, no he dejado esta oscura laguna mental del todo, pero estoy en aguas más claras. Siento que ya está bien de tanta porquería. No puedo continuar así… Si hay algo peor que estar mal y saberlo, es no hacer nada para cambiarlo.
Siento que hay algo diferente, algo que ha cambiado… pero no sé que es. Tal vez no haya encontrado la solución a mi problema existencial del todo, pero lo supero, como todo en esta vida se puede superar. Simplemente me siento tranquila… Se que vendrán tiempos mucho mejores porque no me ha pasado lo peor que me pueda pasar. Se que vendrán días mejores, porque tienen que venir días mejores. El año aún no han terminado, así que tengo esperanzas de componerme, de medio arreglar este desastre.
Hace diez días he dejado de vomitar, hace diez días estoy estudiando de verdad. Hace diez días estoy controlando absolutamente todo lo que me llevo a la boca, hace diez días he comenzado lo que será mi nuevo régimen de comidas por los próximos meses, hace diez días me levanté otra vez. Otra vez. Porque sino hubieran fracasos, ¿Cómo podríamos comenzar de nuevo? Me anima el hecho que el pantalón que cargo encima empieza a quedarme menos ajustado.
No se si logré el bonito final que quería para esta entrada… Creo que quedó cursi, pero me da flojera cambiarlo ahora.
Disculpen otra vez lo largooo… No puedo evitar hablar tanto… :s
Coco: Linda, discúlpame por no haberte hecho saber que seguía aquí. En ningún momento te he abandonado… Sabes que tus palabras son bálsamo para mi, prin. No imaginé encariñarme con alguien tan rápido…. Gracias por ser una personita tan especial y maravillosa, nena. Se te aprecia DEMÁS!! En serio, creo que somos amigas ya y todo…. Jajaja…
Julieta: Eres un caso, juli… Tú sabes como marcar la diferencia. En un mensaje que me dejaste decía algo como “Déjate querer y permítete hacerlo tú” o algo así, me da flojera buscarlo ahorita… El hecho es que eso me llegó. Y siento que es eso lo correcto en estos momentos. Que es algo que debo hacer. Gracias por ese mensaje, niña. Y TE CERRARON EL BLOG!! cOMO es eso?? Que me da algo.... Comunicate, linda! Tu blog no puede desaparecer asi... Suerte! Se te kiere, ok??
Cristalito: Que linda!! Gracias por pasarte otra vez y hacerme saber que te gusta lo que escribo… Suerte, nena... Gracias por tu apoyo.
Escribo esto aquí porque se que si leía sus blogs primero, se me iba a olvidar lo que tenía que decirles. Son especiales, lindas… Ahora me aguantan porque no las dejaré quietas un instante! A las que me dejan un mensaje, gracias. No saben los que significan unas simples palabras… Es importante para mi saber que alguien me escucha, y me entiende. Gracias de todo corazón.
Muchos besos!!!!!