Si, para las que se preguntaban por mi, estoy viva. Vivita y coleando... Si, claro.
No puedo rescatar de mi ausencia mucho (No hacía nada. Sólo leer, no dormir, comer y vomitar, leer, ir a la U). Sólo dos cosas:
1. Llegué a los 100 libros leídos en toda mi vida. De lo cual, tengo que decir:
1.1 El libro 100 Se llamó "La soledad de los numeros primos", de Paolo Giordani. Dios, es hermoso el libro. Aunque el final no me gustó mucho por ser muy abierto, el libro me atrapó por completo y lo recomiendo mucho (abstenerse gente de mente fragil en recuperación). Y lean "Bestial", de Alex Flynn, que es como "La Bella y la Bestia" de Disney, pero más moderno. Y muchos mas, pero en otro post se los digo.
2. Estoy en tratamiento. Si, así como leen. Yo, la que dije que aguantaría, que no estaba tan mal. Estoy en consulta con psiquiatra. Una. Y es chevere ella, no la situación. A decir verdad, quería sólo queria unas pastillas para la ansiedad. Pero la cosa se puso fea: Sólo estando sentada el corazón me armaba un tropel, me mareaba a cada rato, a ratos me sentía tan sin fuerzas como una gelatina, mas sangre en los vómitos, mas cortes autoinfligidos, dormía algo así como 3 horas diarias... Y otras cosas. Así que dije: "Qué mas dá". Y un buen día fuí al psiquiátrico y pedí una cita. El día pautado fui, hable con la doctora, le conte todo. Y bueno, me puso otra cita, me dijo que era distímica y me mendo pastillas: un antidepresivo, algo para dormir y algo para controlar los impulsos de cortarme o comer para vomitar. Tengo cita en 10 días otra vez.
Llevo ya 4 días con el tratamiento. Y bueno, normal. He podido dormir sin interrupciones estos ùltimos dos días. De hecho, me he dormido con mis amigas hablandome en mi cuarto. Vergonzoso, si. Y en lo que va de semana he vomitado algo así como 5 veces. No lo veo mal, contado que por semana, vomitaba antes unas 5 veces, pero por día.
Mi peso? Ni hablar del peluquín. No me atrevo a pesarme. Si ven mi agenda, veràn que todos los días pongo una nota que dice Pesarme, y simplemente le paso a la farmacia de largo, ignorando esa puta balanza que me llama Vaca cobarde.
Recuperación... Todavía lo veo difícil. Siento que jamás JAMÁS voy a poder comer normal. O como lo hacía hace unos 8 años, antes que empezara a hacer dietas. De hecho, aún no quiero comer normal. No puedo comer normal, me da asco comer normal. Y si recuperarme significa comer toda la porquería que no he comido en mucho tiempo, pues lo siento, dudo que lo haga. Porque es que ni en los atracones he llegado a comer porquería. Imagínense que llegado a vomitar avena con leche descremada y azúcar de dieta. Patético.
No sé que quiero realmente. Me da miedo recuperarme, la verdad. No sé por qué carajo. Es difícil desprenderse de tantos miedos y de tantos hábitos locos. Yo sé que no es imposible, pero no me quiero presionar. Ya veremos, ya veremos.
Hecho curioso: (Inspirado por Patri S., en uno de sus ultimos post)
Lui, mi amiga que me para de atracones, dice que no tengo novio porque no quiero. Tal vez sea verdad. Mi inseguridad forma un muro que no deja pasar a nadie. Cito una parte de este libro, "La soledad de los numeros primos": Ok, no conseguí la parte porque ni la tengo marcada, pero dice algo como que "A su al rededor hizo un hoyo inmenso e impenetrable, para que nadie se acercara a él. Sólo los más cercanos se podían conformar con sentarse en la orilla y dejar que sus pies se balancearan al vacío". No es así exactamente, lo he modificado mucho, pero es la idea principal. Y así hago yo.
Ella dijo: "¿Como vas a apreciar la belleza de las cosas si ni las ves?". Cosa muy cierta. Estoy tan ensimismama en mi propio mundo que no veo a las afueras de este. Cuando voy por la calle, me veo las piernas (a ver que tan gordas se ven mientras camino) y de vez en cuando al frente, para no tropezar. Mientras voy en el autobus, me veo los brazos (Dios, que gordos). Cuando estoy en el salón, veo clases y ni trato de socializar. No me paro a ver las nubes, o a ver a los niños, me pierdo de los detalles... Y antes yo no era así. Pierdo mi tiempo, no estoy viviendo. Y quiero que cambie, poco a poco.
Gracias a todas por esos 34 comentarios. Y disculpen mi silencio, ha sido una lucha dia y noche conmigo misma. No tenia ganas ni de cepillarme los dientes, se los juro.
LAS AMO Y ADORO. HAN SIDO UNA LUCECITA, PEQUEÑA PERO CONSTANTE. DE VERDAD, GRACIAS POR SU APOYO Y CARIÑO. Y soy simple y llanamente Minna, no una princesa.
Postearé pronto. Y mañana en la madrugada me paso por sus blogs porque ya me tomé la pastilla para dormir, y ya está haciendo estragos en mi.
Besos,