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martes, 15 de julio de 2008

Mia por Tres Dias!


Tengo una tía a la que adoro infinitamente que se mudó a su segunda casa propia.

Bueno, ella tenía mucho tiempo invitándome, y el jueves, lo hizo de nuevo. Yo me negué enseguida diciéndole que tenía que estudiar, pero en realidad no quería ir porque estos días me ha ido bien con Ana, y visitarla a ella sería cargarla. Empezando porque visitarla a ella significaría quedarme a dormir. Le prometí que iría el viernes, y lo hice.

Hicimos compras, y si hubiesen visto lo ke compró, hubieran entendido mi pavor.. Puras galletas, salchichas, chorizos, tequeños, oreos, empanizados… Pura comida clasificada por mí como sacrilegio. Y pan de mantequilla!! Como olvidarlo! Casi nada permitido para mí.

Ahora entiendo cómo a pesar de los regaños de mi tía sigue Alejandra tan gorda. Alejandra es hija de mi tía, Tiene diez años y debe pesar como 47!! Eso es obesidad infantil. Y mi tía no lo toma en serio. Ver a mi primita comer me da nauseas… Y hasta le he agarrado a ella cierta antipatía. Es algo retorcido, pero veo en mi primita de diez años todo lo que repudio de mi misma, todo lo que no quiero llegar a ser… De cierta forma, ella es mi reverse thinspo.

Y llegó lo inevitable: la cena. Seré sincera. Hubiera comido hasta periódico guisado. No recuerdo haber tenido tanta hambre en meses… Y la cena me asqueaba y me llamaban a la vez. Dos chorifritos destilando aceite, con la arepa abierta cubierta con mantequilla y la crema de queso. Todo delicioso y repulsivo a la vez. Casi lloro… Me metí el primer bocado. Casi vomito al tragar, pero pude comérmelo todo.

Y mucho más que eso, de hecho. Me dije: Nada, estoy jodida. Y que mejor después de una larga jornada que una deliciosa cena frita? Se me olvidó Ana, se me olvido todo. Y comí, y comí, y comí. Mi tía estaba felíz… Como no?! No me quieres ver flaca!!

Después de esa cena, lavé rápido mi plato y fui al baño con la excusa de bañarme.

Entré en el baño, abrí la regadera, me agaché en el excusado, y me metí el dedo en la garganta, hasta lo más profundo. Y vomité como pocas veces he hecho. Porque las pocas veces que vomito, lo hago asquerosamente bien. Es decir, lo hago hasta que no puedo con el moquero, la irritación y las lágrimas. Hasta que veo que no me sale más que el agua que trago para limpiarme adentro.

Luego de estar como media hora vomitando, me bañé, me cepillé los dientes dos veces, me enjuagué con listerine y me miré al espejo. Tenía los malditos puntitos rojos alrededor de los ojos y en los pómulos. Parecía que me hubiera dado una alergia monstruosa. Y así se lo dije a mi tía cuando me preguntó asustada que me había pasado. Creo que lo hice bien porque traté de no hacer ruidos y de evitar toser y carraspear luego. Además que me libré de los malditos chorifritos de por vida, porque ahora soy alérgica a ellos, entérense.

Y así hice el sábado y el domingo. Aproveché de comer mucho, todo lo que me había restringido por semanas, y luego lo iba a sacar de mí en el baño. La mierda se va a donde merece. A la poceta. Y ahí me encargué de poner cada almuerzo y cada cena. Porque desayunaba sólo café. Mi tia estaba feliz porque comía todo… Ella no entiende que me mata..

En serio, que malos padres son aquellos que piensan que porque sus hijos están “rellenitos” están saludables. Que errados están!! Sus hijos los van a odiar cuando tengan 15 porque la mayoría a esa edad tendrá veinte kilos de sobrepeso… Es triste que los papás no pongan atención a eso, porque “ya adelgazarán cuando se estiren”. Mentira. Porqué no enseñar a alimentarse bien desde ahora? No saben lo traumático que es para una nena ponerse su vestido de quince años y verse gorda… Me da risa cada vez que mi tía habla de los quince años de Alejandra. “Le voy a mandar a hacer el vestido de tal color, con un escote en la espalda… Dios quiera que esté flaca para esa fecha…” Por Dios!! Mira como está ahora. Si no le paras el pico ya, no va a cambiar. Quiérela un poco más y enséñala a comer bien desde ya. Mi tía la regaña cuando pide dulces, pero no repara ella en las comidas desastrosas que le prepara. Si no se pone las pilas, a los veinte Alejandra, aparte de pesar ochenta kilos, va a tener el colesterol por la nubes.

Y si… Es cómico que yo hable de nutrición cuando me mato de hambre, pero si no hay niños gordos, habría menos anoréxicos, o no?? Cada día, las cifras aumentan. Hay más niños con sobre peso, hay más casos de TCA… Entonces ¿Por qué no evitarles la molestia y enseñarlos a alimentarse sanamente?

Mi mami cocina equilibrado, sin embargo para mí eso no es suficiente… y aquí estoy!! Aguantando hambre para ser linda y delicada… Para sentirme mejor conmigo misma.

Todavía tengo los puntitos rojos de la vomitadera. Mi mami se asustó cuando me vió. Me hizo tomar pastillas y todo. Y ya desde ayer he retornado a mi dieta de estas semanas: taza de special k y media taza de leche descremada. Y en la noche té.

Me siento los pantalones más flojos!! Ya me quiero pesar!!!! Ojalá llegue pronto a los 50 y pico… No quiero ser más 60 kilos. Porque eso soy ahorita: 60 kilos. Mañana, seré hermosa.

Besos!! y recuerden que como dijo Princesa en su blog: Somos luchadoras!!! Nunca se rindan!!